El Llamado
La Escuela de Evangelización “Padre Emiliano Tardif, MSC" responde al llamado de Su Santidad San Juan Pablo II a una Nueva Evangelización, para lo cual se requiere incentivar una formación integral, gradual y permanente de los laicos mediante organismos que faciliten la ´Formación de Formadores´ y programen cursos y escuelas diocesanas y nacionales”. (IV CELAM—Santo Domingo No. 99, Principal Lineal Pastoral). De esta manera se pretende lograr una proliferación de Escuelas para Evangelizadores colaborando así a crear una conciencia cada vez más fuerte del llamado que la Iglesia ha recibido: “Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Nueva a toda la creación” (Mateo 18, 19-20).
Propósito
El propósito de la escuela no es dar cursos aislados, sino un programa de cursos, logrando así una formación integral del evangelizador. La metodología activa-participativa hace de nuestras aulas unos verdaderos “Laboratorios de Evangelizadores”. Nuestra misión culmina cuando entregamos a las respectivas parroquias sus líderes formados.
Vocación y Compromiso
Ser discípulos y misioneros de Jesucristo requiere una clara y decidida opción por la formación de los miembros de nuestras comunidades -cualquiera que sea la función que desarrollen en la iglesia- en bien de todos los bautizados. Miramos a Jesús, el Maestro que formó personalmente a sus apóstoles y discípulos. Cristo mismo nos da el método: vengan y vean.pe your paragraph here.
Nivel 2: Jesús nos capacita
Después de haber tenido un encuentro personal con Jesús Resucitado, Él nos llama a ser sus discípulos, a estar a los pies del maestro. Cuando Jesús nos llama nos capacita, nos prepara y nos bendice.
Escuela de Evangelización
Padre Emiliano Tardif
Nivel 3: Jesús nos envía
Al estar a los pies del maestro, el discípulo es convertido en Apóstol para anunciar la Buena Nueva de Salvación e ir hasta los confines de la tierra proclamando que Jesús está vivo.
Programa de Formación
Nivel 1: Jesús está vivo
Experimentar la salvación de Dios, mediante un encuentro personal con Jesús resucitado y una nueva efusión de Espíritu Santo, que nos haga nacer de Nuevo, para vivir como hijo de Dios y herederos de su Reino.